Algunas de las teorías sobre el origen del caucho apuntan a que fue descubierto por los americanos Nativos Sures antes del viaje de Colón, en 1492. Por muchos años los españoles trataron de reproducir productos resistentes al agua (zapatos, chaquetas, etc.), pero sus resultados fueron infructuosos. El caucho era meramente una curiosidad en los museos de Europa en esos siglos.
En 1731 el gobierno francés envió al geógrafo matemático de La Condamine Charles Marie a América del Sur en una expedición geográfica. En 1736 él envió de vuelta a Francia varios rollos de caucho crudo, junto con una descripción de los productos fabricados por los nativos del Valle del Amazonas. Hubo un gran interés general y científico en la substancia y se empezaron a estudiar sus propiedades. En 1770, el químico británico Joseph Priestley descubrió que se puede usar la goma del caucho para borrar marcas del lápiz sólo frotándola contra el trazo.
En 1791 comenzó la primera aplicación comercial de caucho cuando un fabricante inglés, Samuel Repica, patentó un método de tela “waterproofing” (a prueba de agua) para tratarlo con una solución de caucho en trementina. El inventor británico y químico Charles Macintosh, en 1823, estableció una planta en Glasgow para la fábrica de tela impermeable y vestidos “rainproof” (a prueba de lluvia).
Es una sustancia natural o sintética caracterizada por su elasticidad, repelencia al agua, y resistencia eléctrica. El caucho natural se obtiene del fluido lácteo blanco llamó látex, hallado en muchas plantas; se produce caucho sintético de los hidrocarburos.
El caucho en su estado natural, se da como una suspensión coloide en látex de caucho. Lo producen plantas, la más importante de estas plantas es el árbol Hevea, que era una de las fuentes del original caucho sudamericano, comercialmente muy importante.
El proceso de vulcanización fue descubierto casualmente en 1839 por Charles Goodyear, quien mejoró enormemente la durabilidad y la utilidad del caucho. Actualmente más de la mitad del caucho usado hoy en día es sintético, pero aún se producen varios millones de toneladas de caucho natural anualmente.